Odontopediatría
La medida más importante para garantizar una adecuada salud dental puede resumirse en un consejo: visitar periódica y regularmente al odontólogo. No se trata de acudir sólo al dentista cuando aparece un problema, se advierte una caries, o el niño refiere una molestia dolorosa; lo fundamental es visitarlo antes de que surjan alteraciones, precisamente para prevenirlas o para corregir los factores que predisponen a ellas.
Qué se espera de una atención?
En las consultas, el especialista controla el desarrollo de la dentición y el estado de las piezas dentales, enseña las debidas pautas de higiene y completa la limpieza, decide si conviene efectuar algún procedimiento preventivo y puede advertir el inicio de caries cuando su tratamiento aún es fácil y no han causado graves perjuicios. Con la ayuda de diversos instrumentos, el dentista elabora, además, un informe odontológico en el que precisa el estado de cada uno de los dientes que conforman la dentadura, y su relación entre ellos. Para completar el estudio puede recurrir también a la confección de moldes o a la práctica de alguna radiografía.
Una rutina sin duda beneficiosa que conviene comenzar pronto, no mucho más tarde de los tres años, cuando lo más probable es que todavía no exista ningún problema y que la visita para el niño constituya un momento agradable. De este modo será más fácil repetirla con la regularidad que indique el especialista, generalmente cada seis meses o, como máximo, una vez al año.
Fluorización
La fluorización es un proceso sencillo que no causa dolor ni molestia. Consiste en colocar unas cubetas (moldes de plástico) en la boca del niño con un gel con fluor por un tiempo aproximado de 5 minutos. Al acabar el proceso, el niño no podrá ingerir ningún tipo de alimento ni enjuagarse por 30 minutos.
Lo recomendable es que el proceso de la fluorización se realice dos veces al año cuando el niño tenga dos o tres años de edad, ya que en este periodo las carien empiezan a aparecer con mayor frecuencia.
Sellado de fisuras
Es un procedimiento preventivo por el que se tapa las fosas y fisuras sanas de los dientes mediante la aplicación de una resina. Supone una barrera que protege las zonas más susceptibles de ser atacadas por las caries, preferentemente las caras triturantes de los dientes posteriores.
Los selladores están especialmente indicados en los niños con caries en dentición temporal, y con caries en alguno de los primeros molares definitivos.
Higiene profesional
Se recomienda hacerlo desde los 3 años cada 5-6 meses. Gnerealmente es el tiempo cuando inevitablemente se acumula la placa que no se elimina con cepillo y pasta normal. En higiene profesional infantil entra cepillado con cepillo electrico con la pasta abrasiva suave especialmente cuidadosa con esmalte dejando una superficie dental lisa sobre la cual será más efectiva, a partir de ahora, la acción del cepillado.
Despues de cepillado se aplica el gel con fluor para fortalecer el esmalte.